La fiebre del oro negro llegó a Ghana en 2007, cuando en sus aguas fue descubierto uno de los mayores yacimientos petrolíferos de África. ¿Le aportará este hallazgo a Ghana el bienestar y la prosperidad que tanto anhelan?
El petróleo, lubricante de la economía mundial, es un bien escaso. Allá donde se encuentra un yacimiento, la gente acostumbra a creer que su futuro está solucionado. Así sucedió en Ghana cuando se encontró petróleo a sólo 65 kilómentros de la costa. 2007 debía marcar así un antes y un después para la empobrecida población. La extracción comenzó en 2010, con la idea de hacerse mejor que en Nigeria, un país que pese a producir petróleo, se ve obligado a importar su gasolina.
Este reportaje describe las repercusiones que la nueva fuente de ingresos ha tenido en una región costera que hasta entonces vivía de la pesca y del caucho. ¿Qué cambios ha habido? ¿Supuso el crudo una oportunidad para una región desfavorecida o más bien una maldición como en la vecina Nigeria? La documentalista Elke Sasse y la reportera Andrea Stäritz acompañaron a los habitantes de una pequeña aldea durante más de una década. La artista nigeriana Ebele Okoye, autora de las animaciones para este reportaje, comenta también las historias de los protagonistas desde su propia perspectiva.
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