25 años tras la masacre, Hassan Hasanović lucha contra su desconocimiento como genocidio. Con 19 años de edad sobrevivió a la marcha de la muerte que los bosniacos musulmanes emprendieron a través de los bosques desde Srebrenica hacia Tuzla.
Su hermano gemelo, su padre y su tío no tuvieron la misma suerte y fueron víctimas de la matanza. Más de 8.000 personas de entre 13 y 78 años de edad, mayormente hombres, fueron ejecutadas por soldados de la República Srpska entre el 11 y el 19 de julio de 1995. Muchos de los que viven allí en la actualidad no quieren reconocer este genocidio. Hassan, sin embargo, no puede olvidar las caras de los muertos ni los lamentos de los heridos. Ha tenido que aprender a vivir con su trauma.
Con el propósito de construir un monumento conmemorativo sobre el genocidio de Srebrenica, reúne documentos y entrevista a sobrevivientes de la masacre. Defensor acérrimo de la verdad, pelea con todas sus fuerzas contra el desconocimiento de esta matanza, cuyas atrocidades son puestas en duda públicamente por un grupo cada vez mayor. Sus promotores, políticos nacionalistas serbios, siempre han puesto en entredicho este asesinato en masa cometido en la parte serbia de Bosnia.
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