Cuando Micaela Verón tenía tres años, su madre Marita fue secuestrada. Desde entonces no hay rastro de ella. La infancia de Micaela en Argentina estuvo marcada por su búsqueda. A sus 19 años vive por primera vez sola, sin protección policial.
En Argentina, el caso Marita Verón es un asunto muy político: una joven de 23 años que fue secuestrada por traficantes de personas y que se convirtió en símbolo de la lucha contra la trata de mujeres y la prostitución forzada. Micaela lleva buscando a su madre desde que era una niña, impulsada por su combativa abuela. Pero, ¿cómo es vivir siendo ante todo "la hija de"? La abuela de Micaela, Susana Trimarco, se convirtió en un ícono nacional en Argentina y es la cofundadora de la Fundación María de los Ángeles, que rescata víctimas secuestradas para la trata de personas y que ya logró liberar a más de 7.000 mujeres. Micaela, por otro lado, aún tiene que encontrar su camino. Para ello, decide irse de su hogar en su ciudad natal, Tucumán, para así alejarse de la esfera de influencia de sus poderosos familiares. Empieza una nueva etapa en la ciudad universitaria argentina de Córdoba, donde a sus 19 años por primera vez se las tiene que arreglar por sí misma. La joven, cuyo rostro aparecía constantemente en los noticieros, quiere dejar atrás su pasado y que ya no la consideren tan solo una víctima. Encuentra el apoyo necesario en su amiga Mica y su perro Charly, pero sobre todo en el fortalecido movimiento feminista en Argentina.
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