Los refugiados Amjad, Omar, Zena y Shahinaz viven en Münster, Saarbrücken, Ahrweiler y Lausana respectivamente. Pero no terminan de estar aquí del todo. Todos los días reciben noticias y vídeos de familiares y amigos.
Este documental acompaña a cuatro refugiados que viven entre dos mundos: por un lado, la seguridad que les brindan los lugares que los acogen en Europa; por otro, las noticias y vídeos de amigos y familiares que llegan diariamente a sus smartphones. El documental ofrece una mirada íntima a la vida cotidiana de los sirios más allá de lo que cuentan los medios de comunicación.
No son las imágenes anónimas que aparecen en las noticias, sino relatos muy personales de gente con nombre y rostro, con historias y destinos fatídicos. Los videos que les llegan no son profesionales: están borrosos, movidos, el sonido es malo. Pero son auténticos y nos muestran cómo es vivir en medio de una guerra, una guerra no oficial, una guerra personal. Este material perturba la pacífica realidad en Europa. En vez de sumergirse por completo en su nueva vida, los protagonistas de este documental están divididos entre el idilio al que llegaron y las noticias que reciben desde su país: videos de bombardeos y prisiones retumban en medio de bucólicos paisajes de montañas y lagos. En silenciosas cafeterías resuena la propaganda de Estado Islámico. De repente, la guerra se hace presente con una voz y un rostro concretos.
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