El año 2019: Apocalipsis o Paraíso. ¿Qué nos depara para este año y más allá?
Sin duda para entender la importancia que traerá el 2019, ya no pronosticar porque no tenemos bola de cristal, es necesario analizar los caudales más influyentes en el destino de la humanidad. A saber: la política de EE.UU., la influencia de Rusia, la producción de China, la reconfiguración de Oriente Medio y el nuevo destino de América Latina.
Y de estos se abren vertientes que empujan todo el tablero mundial, como Irán y las sanciones, el terrorismo y Arabia Saudí, el Brexit y las debilidades europeas, el petróleo, el dólar, el oro y los movimientos migratorios latinoamericanos.
El mapa del destino es muy complicado, no solo por en muchos nodos, el enemigo de mi enemigo es mi amigo, lo que complica aún más el entendimiento, ya que el "pragmatismo y la realpolitik" rompen con la ética o incluso la coherencia de las hojas de ruta políticas y militares. Eso, más la graciosa y trágica costumbre del ser humano político de mentir, ocultar, conspirar, espiar y asesinar.
El descuartizamiento del periodista disidente saudí, Jamal Khashoggi, más allá de la horripilante muerte, significa el nuevo planteamiento del Estado de derecho, que es, si lo ve usted desde lejos, el mismo esquema de la matanza en Yemen, no es ya el número de vidas, sino la conducta despiadada de acallar todo lo que no conviene al poderoso de la forma que sea, violando un consulado o asesinando niños, mujeres y civiles en general.
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