Deportación, una popular exigencia política en Alemania que suele chocar con la realidad. Más de 200.000 extranjeros tienen orden de expulsión del país, pero pocos son realmente repatriados. Las razones que lo impiden son complejas.
Faltan papeles, los países de origen rechazan la repatriación o quienes han cometido delitos pasan a la clandestinidad. A regiones en crisis, como Siria y Afganistán, las deportaciones muchas veces son imposibles. El autor, Olaf Sundermeyer, acompañó durante meses al equipo de repatriaciones de la Oficina Central de Inmigración ...
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