Considerado como uno de los mejores arqueros de la historia del fútbol internacional y argentino. Se destacó a lo largo de su trayectoria por sus grandes voladas, sus reflejos, su capacidad de reacción y por el gran uso de sus piernas, en las que contaba con una fuerza admirable.

Tuvo una destacada trayectoria en la Selección Argentina de Fútbol, con la cual se consagró campeón de la Copa Mundial de Fútbol de 1978. En dicho certamen, además, fue elegido como el mejor arquero, siendo fundamental para que la selección consiguiera este logro.
Su primer equipo fue el San Miguel de Monte, donde jugó entre 1960 y 1964, pasando además por Quilmes, Racing Club, River Plate, Argentinos Juniors o el Atlético de Madrid y Vélez Sárfield.

En 1990, se retira jugando para Velez Sarfield y le negó el campeonato a River Plate luego de atajar un penal para conseguir el título de “récord de penales atajados en el fútbol argentino” (26), compartiéndolo con el loco Hugo Orlando Gatti.