Los habitantes de Capitán Pastene, (Lumaco, Araucanía) descienden de 100 familias italianas que emigraron a Chile en l904. En las fiestas, se baila la tarantela y la manfrina y juegan bochas en la plaza del pueblo. En las bodegas madura el prosciutto. Cuatro jóvenes viajan a la Emilia Romagna, donde confrontan su mítico mundo italiano con el actual desarrollo y la revelación de las penurias que hicieron emigrar a sus abuelos.