En un aislado oasis, del desierto de Tarapacá, diez ancianos, apoyados en su trabajo y la fortaleza que les otorga la Cruz de Aroma -una extraña y ancestral fiesta- congregan cada año a los vivos, los difuntos y los exiliados, para que viva Huasquiña. Un pueblo que parece fantasma pero esconde el realismo mágico de América.