Los cuatro de Chile; Héctor y Humberto Duvauchelle

ArcoirisTV
Texto: Óscar Castro
Música: Ariel Arancibia
Video editado por: Franco Salinas Barraza

Según comentaba Isolda, su amada esposa, cuando Óscar Castro se enteró de la muerte de Federico García Lorca, mantuvo silencio, caminó sin sentido por los grandes pasillos de su casa, y en una explosión de energía, se sentó y comenzó a escribir.

Responso a García Lorca Llevaba el día en el cinto como un alfanje de plata, y en el arzón de la silla, una guitarra gitana. Romances de luces nuevas se abrían en su garganta. los ayes del canto jondo lo lamían como llamas. Cuando soltaba su copla cantaba toda la España. No murió como un gitano; no murió de puñalada. Cinco fusiles buscaron, por cinco caminos su alma, le abrieron el corazón lo mismo que una granada. ¡Y el surtidor de su sangre manchó las estrellas altas! ¡Cómo lloraban los ríos de España! En ese instante indeciso de las hembras despeinadas, en ese instante en que el grillo cava la mina del alba, García Torea, en el suelo, con una flor colorada condecorándole el pecho, quedó sin canto y sin habla. ¡Cómo temblaban los montes de España! Cuando enmudeció su lengua no doblaron las campanas. Nadie le trajo una rosa, ni un verso, ni una guitarra. Apenas el chisperío de una estrella deshojada. Apenas la visión última de la cal de las murallas ... ¡Cómo crujían los huesos de España! -¡García Lorca ¡García Lorca!- mil voces clamaban.

Publicado por: "La Pichanga Música Chilena"